Durante su intervención en Leticia, Amazonas, el 7 de agosto de 2025, el presidente Gustavo Petro abordó los desafíos que enfrentan los campesinos ubicados en zonas de páramo y selva, y afirmó que estos asentamientos responden a una ausencia histórica de política agraria estructural. El discurso tuvo lugar en el contexto de la conmemoración de la Batalla de Boyacá, trasladada desde el tradicional Puente de Boyacá debido a bloqueos derivados de protestas sociales en Boyacá y Cundinamarca.
En un momento de su alocución, el mandatario declaró: “El campesinado en el páramo se asimila a lo que podríamos llamar al campesinado en la selva. Tienen una causa común que esta sociedad tiene que resolver, hay campesinado al que le es difícil cultivar. No hay tierra fértil en el páramo ni en la selva. Esos dos campesinados que se han venido ubicando en páramo y la selva son el producto de la ausencia de una reforma agraria“.
Las palabras fueron pronunciadas ante un público que incluía autoridades locales, representantes del Gobierno y habitantes del departamento del Amazonas. El acto también tuvo como objetivo emitir un mensaje diplomático relacionado con la soberanía nacional sobre la isla Santa Rosa, territorio en disputa con Perú.
El planteamiento presidencial se produjo horas después de que el propio jefe de Estado confirmara el levantamiento del paro minero en Boyacá, tras alcanzar un acuerdo con comunidades movilizadas. En esa misma jornada, el presidente anunció una medida orientada a establecer mecanismos de transición energética para la pequeña minería del carbón, en el contexto de los compromisos asumidos con los manifestantes.
Dichas referencias a la situación de los campesinos en regiones de alta montaña y bosque húmedo tropical se enmarcaron en una narrativa sobre el abandono estatal y la distribución de la tierra. Según Petro, estas poblaciones enfrentan dificultades de producción derivadas no solo de las condiciones ambientales, sino también del acceso a recursos productivos adecuados.
Igualmente, en el mismo discurso, el mandatario explicó: “Hay campesinado al que le es difícil cultivar. No hay tierra fértil en el páramo ni en la selva”. La declaración, reproducida por medios nacionales, fue parte del argumento central mediante el cual se asoció la ubicación de las comunidades rurales con la falta de implementación de una reforma agraria efectiva.
Además, las declaraciones no estuvieron acompañadas de anuncios concretos ni cifras específicas. Tampoco se detallaron lineamientos sobre medidas diferenciadas para estos territorios. Sin embargo, la intervención se dio en un contexto de reactivación del diálogo entre el Ejecutivo y sectores sociales que exigen transformaciones en el modelo de desarrollo rural.
La jornada concluyó con pronunciamientos sobre el conflicto limítrofe con Perú y menciones al Ejército Nacional, cuya fundación se recuerda cada 7 de agosto. La presencia en Leticia fue también interpretada como un gesto institucional frente a la situación fronteriza.
Finalmente, los mensajes emitidos desde la Amazonía dejaron abiertas nuevas expectativas en relación con la agenda rural del Gobierno. Por ahora, sectores sociales y campesinos se mantienen a la espera de futuras acciones que puedan traducirse en políticas públicas efectivas en los territorios señalados.
NotiPress/Judith Moreno
Descubre más desde El Ambientalista Post
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.