Durante el encuentro, el Estado de México informó que actualmente mantiene bajo su cuidado 23 ejemplares con línea genética validada, lo que sostiene su posición como uno de los principales centros de resguardo en el país.
El programa reúne cada año a autoridades ambientales, expertos y representantes de la sociedad civil de ambos países. En esta edición participaron la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS), universidades, zoológicos y organizaciones dedicadas a la conservación. La agenda se centró en evaluar logros en reproducción, monitoreo sanitario y estrategias de manejo que garanticen la permanencia de la especie en su hábitat natural.
La Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Estado de México, detalló acciones implementadas en materia de reproducción controlada, medicina preventiva y traslados estratégicos. Entre estas medidas resaltó la reubicación de un macho reproductor al USFWS en Nuevo México, acción que busca preservar la diversidad genética dentro del programa binacional.
Alma Tapia Maya, directora general de Cepanaf, indicó la relevancia del trabajo coordinado y expresó: “Cada ejemplar protegido es testimonio de una política pública viva, que defiende el derecho de todos los seres sintientes a existir, y que convierte a los parques estatales en territorios vivos: espacios resilientes donde la naturaleza, el conocimiento y la conciencia social se encuentran”.
Campañas
Los representantes del Estado de México explicaron que, además del trabajo técnico, mantienen activas campañas educativas dirigidas a familias con el objetivo de fortalecer la cultura de respeto y cuidado hacia el lobo mexicano. Estas actividades tienen por objetivo sensibilizar sobre la importancia de la especie en el equilibrio ecológico y promover la participación social en la protección de la fauna silvestre.
Por su parte, la reunión también permitió compartir resultados de liberaciones recientes en territorio mexicano y estadounidense, así como los mecanismos de monitoreo satelital que permiten evaluar el comportamiento de los ejemplares reintroducidos. Estos datos ofrecen información clave sobre su adaptación, supervivencia y capacidad reproductiva en libertad, aspectos fundamentales para el éxito del programa.
Con la información presentada, el Estado de México avanza en la implementación de políticas ambientales, mientras que la cooperación con Estados Unidos consolida la estrategia binacional de conservación. El trabajo conjunto entre instituciones, especialistas y sociedad civil establece una base sólida para la recuperación de una de las especies más emblemáticas del continente, informó el gobierno mexiquense en un comunicado al que tuvo acceso NotiPress.
NotiPress/Francisco Vicario
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