Ese monstruo silencioso —una “red fantasma”, como la llaman los especialistas— representaba una amenaza latente para tortugas, delfines y cientos de especies marinas.
Durante tres días de inmersión, 16 buzos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Secretaría de Marina (SEMAR), Conservación Internacional-México y COBI lucharon por liberar al océano de este peligro.
Asistidos por un buque de la Guardia Costera y personal de PROFEPA, el equipo cortó y levantó la red en dos secciones, usando bolsas de elevación para proteger el arrecife y reubicar cuidadosamente a las especies atrapadas. La operación, que incluyó unas 60 inmersiones y casi 40 horas bajo el agua, combinó técnica, paciencia y un profundo respeto por la vida marina.
“Estas redes son uno de los mayores asesinos silenciosos del océano”, dijo Edgardo Ochoa, especialista en buceo de Conservación Internacional. “Atrapan todo lo que encuentran, y pueden permanecer allí durante décadas, alterando ecosistemas enteros.”
El retiro de la red no solo es un acto de limpieza; también representa un hito en la capacitación de los guardaparques de Bahía de La Paz. Son el primer grupo de CONANP en México entrenado específicamente para retirar redes fantasma de manera segura, con lo que ahora pueden intervenir de inmediato ante futuros incidentes.
La expedición fue posible gracias al apoyo de SC Johnson, socio estratégico de Conservación Internacional México, que en los últimos dos años ha entrenado a más de 20 buzos en estas técnicas especializadas. Con estas acciones, se han retirado más de tres toneladas de redes y residuos sumergidos, fortaleciendo la protección de los ecosistemas marinos y de las comunidades costeras que dependen de ellos.
En un mundo donde el océano se enfrenta a crecientes amenazas, la operación en Espíritu Santo es un recordatorio de que la conservación no solo requiere leyes y políticas, sino también coraje, precisión y dedicación bajo el agua, donde cada red retirada es una vida salvada y un ecosistema restaurado.
Descubre más desde El Ambientalista Post
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.