En México, seis de los diez principales eventos catastróficos fueron hidrometeorológicos, haciendo al país uno de los mayores con riesgo por fenómenos naturales. Solamente para la temporada de huracanes 2023, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estima un incremento del 30 por ciento de estos eventos, principalmente por el fenómeno de El Niño.
Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en los cinco años más recientes los siniestros pagados por estos eventos asciende a tres mil 600 millones de pesos anuales. De acuerdo con información dada a NotiPress, la mayoría de los pagos van para la reparación de oficinas, fábricas, viviendas, hoteles y almacenes.
Los fenómenos hidrometeorológicos que causaron mayores pérdidas fueron los ciclones con el 41%, inundaciones con el 22%, daños por lluvia con 19%, granizo con 9% y otros con 9%. Por su parte, son 17 estados costeros que concentran el 48% de las pérdidas de estos siniestros, tales como Baja California, Chiapas, Guerrero, Nayarit, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los riesgos por desastres naturales serán más frecuentes como consecuencia del cambio climático. El organismo estima que para 2030 ocurrirán 1.5 desastres naturales diarios alrededor del mundo.
Considerando el panorama actual, contar con un seguro resulta indispensable, pues, permite proteger el patrimonio familiar al cubrir la pérdida de utilidades, remoción de escombros y gastos extraordinarios. Aquellos gobiernos, empresas y familias que reciben los beneficios de un seguro tienen más capacidad de reacción y recuperación ante el desastre.
Actualmente, AMIS trabaja en proyectos con autoridades y organismos internacionales para aumentar la conciencia ante los fenómenos naturales. Un organismo con el que trabaja es ARISE Mx, una red nacional del sector privado liderado por la Agencia de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNDRR); el cual desarrolla proyectos bajo el Marco de Sendai, haciendo hincapié en la prevención y reducción de riesgos de desastres.
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