Con motivo del decreto que revoca la autorización y uso de maíz genéticamente modificado en México hacia 2025, el Gobierno de Estados Unidos inició un proceso de demanda por solución de diferencias. Katherine Tai, representante comercial estadounidense, informó en un comunicado que la demanda será resuelta bajo consultas de resolución de disputas en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos, y Canadá (T-MEC).
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) señaló que la política contra la importación de maíz GMO en México representa un riesgo para el comercio agrícola. Según la representante comercial, el decreto mexicano contra el grano genéticamente modificado podría afectar las exportaciones de Estados Unidos a México, así como la seguridad alimentaria de la región.
Sobre las importaciones de productos agrícolas estadounidenses en México, Statista señaló que su valor en 2022 fue de 28 mil millones de dólares (mmdd). Por su parte, en materia de seguridad alimentaria, México consume 333.9 kilogramos per cápita por año, informó el panorama agroalimentario de Diconsa.
Katherine Tai comentó que en marzo de 2023, autoridades estadounidenses solicitaron una consulta técnica sobre los lineamientos de biotecnología en México. Ello para determinar si en México existen las condiciones adecuadas de ciencia y tecnología para reemplazar las importaciones de maíz genéticamente modificado. No obstante, México no emitió una respuesta satisfactoria ante el artículo 9.6.14 del T-MEC, el cual debe informar sobre las razones de sustento científico para las decisiones comerciales.
Al representar una petición en el contexto de las relaciones trilaterales, que incluye el Gobierno de Canadá, Estados Unidos espera una respuesta bajo los criterios de la Organización Mundial de Comercio (WTC). Este órgano internacional se encuentra entre los más efectivos para la conciliación de diferencias comerciales, y entre sus objetivos se encuentra evitar que las disputas adquieran un impacto político a mayor escala.
En caso de no llegar a una conciliación, Estados Unidos informó que trabajará con autoridades pertinentes e instancias de comercio para solucionar el problema, principalmente por el número de exportaciones que dependen del maíz GMO. Según un estudio publicado por Wilson Center, la revocación de maíz genéticamente modificado en México puede dejar un embate de 30.5 mmdd en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro, Non GMO Project, el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador busca salvaguardar la integridad cultural y consumo de las variedades de maíz al interior del país, así como impulsar el cultivo local. Ante la presión de USDA para suspender la revocación que prohíbe la entrada del maíz genéticamente modificado en México, Non GMO Project señaló que el cultivo de especies de este grano en el país también garantizan su diversidad para el resto del mundo.
Por su parte, autoridades de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informaron en 2023 que México tiene medidas para impulsar el cultivo de maíz, especialmente bajo el programa de Fertilizantes para el Bienestar. Como respuesta a la presión comercial de Estados Unidos, el presidente de México mantiene una postura de autosuficiencia y producción local del maíz.
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