Las ciudades suelen atrapar el calor y elevar las temperaturas en su interior debido al llamado efecto isla de calor urbano. Esto es particularmente preocupante por los veranos cada vez más cálidos, por el calentamiento global y el cambio climático.
Dicho efecto se debe a las grandes cantidades de pavimento que cubren la tierra. Por ello, y para prevenir dichas consecuencias, un nuevo estudio propone medidas de planificación urbana estratégica. Las cuales ayudarán a reducir las temperaturas de las ciudades. En primer lugar, los investigadores encontraron que los árboles tienen un efecto refrescante sobre la temperatura del aire exterior, la temperatura radiante media y la medida de confort térmico.
No obstante, estos beneficios se limitan al entorno inmediato y además disminuyen conforme aumenta la distancia desde la copa de los árboles. Además, determinaron también que las proporciones más altas entre la altura de los edificios y el ancho de la calle también refrescan las ciudades. Es decir, los edificios más altos dan sombra a calles adyacentes más estrechas y consiguen disminuir la temperatura radiante y aumentar la comodidad térmica.
Por otra parte, los pavimentos con mayor albedo (capacidad para reflejar la luz solar) también son un factor para disminuir la temperatura en estos dos parámetros, según lo publicado en la revista Buildings. Adicionalmente, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Penn State, esto significa que podrían construirse edificios más altos y más densos, junto con superficies de pavimento con mayor albedo para conseguir condiciones térmicas más cómodas. Lo cual sería particularmente útil en bloques urbanos con menor cobertura vegetal, principalmente en comunidades social e históricamente desfavorecidas.
Los puntos críticos de las islas de calor y las tasas de mortalidad tienden a ser mayores en los bloques urbanos con una población socialmente desfavorecida», menciona el comunicado de la universidad.
Esto debido a la combinación de factores físicos, como superficies impermeables y falta de vegetación, junto a factores sociales. Cabe destacar, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el impacto del calor en la salud depende de diversos factores, como el momento, la intensidad y la duración del evento de temperatura. No obstante, la exposición al calor excesivo tiene impactos fisiológicos de gran alcance para los seres humanos, a menudo amplificando condiciones médicas existentes. Ocasionando muerte prematura o discapacidad, aseguró la OMS.
Finalmente, los investigadores esperan que sus hallazgos destaquen la importancia de considerar la morfología urbana y la cobertura vegetal para diseñar ciudades con temperaturas más frescas. Y así poder combatir las olas de calor y sensación térmica asfixiante en las ciudades.
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