Esto se dio por la difusión de las declaraciones de Cory Anderson, miembro del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas, y Thomas Roffe, exjefe del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
Ambos especialistas en salud animal apuntan que no tener registro de un caso de la enfermedad CWD en humanos no descarta la posibilidad de que la especie humana pueda contraerla. La enfermedad de desgaste crónica ha sido llamada también como “enfermedad del ciervo zombi”, dado que causa síntomas como babeo, letargo, demacración, pérdida del equilibrio y ojos en blanco. Esta es provocada por priones (agentes patógenos anormales y transmisibles), asociados también con la encefalopatía espongiforme bobina (EEB), conocida como “enfermedad de las vacas locas”.
Los especialistas recurren al brote de EBB en Gran Bretaña a mediados de los 80 para ejemplificar como este tipo de enfermedades, causadas por priones, pueden propagarse rápidamente, incluso contagiando a humanos. Anderson comentó para The New York Post, “Estamos hablando de la posibilidad de que ocurra algo similar, nadie está afirmando definitivamente vaya a suceder, pero es importante prepararse”. A su vez, remarca que lo preocupante de esta enfermedad es el desconocimiento en torno a su tratamiento y propagación.
Estamos lidiando con una enfermedad que es invariablemente mortal, incurable y altamente contagiosa”, aseguró Roffe para The Guardian.
Los expertos creen, la enfermedad del ciervo zombie se propaga a través del contacto con fluidos y tejidos contaminados, incluyendo agua potable y alimentos. Esta puede tener un período de incubación mayor a doce meses y los signos se desarrollan con lentitud. Además, estiman, el agente de infección es resistente a desinfectantes, radiación, incineración y otros procesos de saneamiento.
Por otra parte, The New York Post cita algunas investigaciones que sugieren, el CWD representa riesgo para algunos primates no humanos como los monos. En este sentido, al entrar en contacto con animales infectados han presentado síntomas de la enfermedad del ciervo zombie.
Aunque la posibilidad de contraer la enfermedad del ciervo zombie parece remota, preocupa que esta se haya propagado en los últimos años en diversas regiones de Noruega, Finlandia, Suecia y Corea del Sur. La Alianza para la Vida Silvestre Pública de Estados Unidos, estimó en 2017, que entre 7 mil y 15 mil animales se infectaron con CWD, de los cuales un gran porcentaje eran involuntariamente ingeridos por humanos.
Tras algunos estudios en persona que ingirieron dichos animales se determinó, esto generaba cambios significativos en las condiciones de salud. Pese a ello, se realizaron campañas para prevenir a los cazadores de comer carne de aquellos animales con signos de CWD. Por ahora, diversas agencias de Estados Unidos han fortalecido medidas para evitar la propagación de la enfermedad entre ciervos, búfalos y venados.
NotiPress/Juan Manuel Flores
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