En la turbulenta administración de Rosi Wong en Tecámac, los vientos de la controversia siguen soplando con fuerza. El gobierno local, que ha sido objeto de crecientes críticas, se enfrenta a lo que muchos consideran un fracaso de liderazgo.
Desde decisiones apresuradas hasta políticas que favorecen la tradición sobre la ética, la administración de Wong parece cada vez más distante de las necesidades y expectativas de los ciudadanos.
El 2 de abril, un clamor de indignación recorrió Tecámac. Decenas de activistas y ciudadanos se levantaron en protesta ante una decisión que consideraron un atentado contra la dignidad de los animales.

El gobierno de Wong había propuesto una medida que permitía la eutanasia de perros y gatos que fueran capturados por segunda vez, sin consultar previamente a la comunidad. El dictamen, que fue entregado a los regidores solo cinco horas antes de la votación en el cabildo, generó una ola de rechazo.
“Es una decisión inhumana, tomada a espaldas de la gente”, expresaron los manifestantes, quienes exigieron una política más responsable y humanitaria.
La protesta no solo reflejó el descontento con la medida, sino también la creciente frustración hacia un gobierno que parece no escuchar a la ciudadanía. La rapidez con la que se aprobó la propuesta y la falta de transparencia en el proceso pusieron de manifiesto una gestión que muchos califican como autoritaria y desconectada.
A esta crisis de confianza se le suma una nueva y alarmante polémica: la posibilidad de que el gobierno de Wong respalde la realización de una corrida de toros en Tecámac.
A pesar de que la propuesta aún no se ha materializado, la mera mención de esta práctica ha generado un rechazo rotundo entre defensores de los derechos de los animales, que consideran que, en pleno siglo XXI, el maltrato animal no tiene cabida en ninguna forma de entretenimiento.

Esta controversia llega en un momento en el que muchas ciudades de México, incluida la Ciudad de México, han tomado pasos decisivos para prohibir las corridas de toros.
En 2019, la capital del país aprobó la Ley de Protección Animal, que prohibió esta tradición en la Plaza México, el escenario más importante de la tauromaquia en el país.
Otras ciudades, como Guadalajara y varias en la península de Yucatán, también han implementado leyes similares, reflejando una tendencia creciente hacia la protección de los derechos de los animales.
“El rechazo a las corridas de toros es un reflejo de una conciencia social que avanza. Tecámac no puede permitirse retroceder, permitiendo prácticas tan arcaicas y crueles”, afirmó un activista en defensa de los animales.
Pero la controversia no termina en los animales. La gestión de Wong ha sido constantemente cuestionada por su incapacidad para abordar otros problemas de importancia crítica en el municipio, como la tala masiva de árboles en la zona de La Soledad.

El proyecto, que fue aprobado sin consultar a los ciudadanos, fue percibido como un ejemplo más de un gobierno que no escucha a su pueblo, eligiendo avanzar con decisiones que afectan negativamente al medio ambiente y a las comunidades locales.
En reportajes previos de El Ambientalista Post, se ha documentado cómo la administración de Wong ha sido incapaz de trazar una dirección clara, profundizando una crisis de gobernanza que está poniendo en riesgo no solo su estabilidad política, sino también la confianza que los ciudadanos han depositado en ella.
“Rosi Wong está completamente desconectada de las necesidades reales de Tecámac. Sus decisiones reflejan una administración sin rumbo, sin visión y, lo que es más grave, sin ética”, señalaron líderes comunitarios en una reciente protesta.
A medida que la presión sobre el gobierno de Wong crece, los ciudadanos y los colectivos exigen respuestas concretas. No solo es un tema de bienestar animal, sino también de liderazgo y responsabilidad en la gestión pública.
La indiferencia del gobierno ante las protestas, junto con su continua falta de acción frente a los problemas que afectan a Tecámac, pone de manifiesto una administración que, si no se revierte, podría marcar el fin de un ciclo de confianza en el municipio.
Tecámac, un municipio que podría ser pionero en la defensa de los derechos animales y en la gestión ética de los recursos públicos, se encuentra atrapado en una administración que avanza sin rumbo, sin consultar a sus ciudadanos y sin preocuparse por las consecuencias a largo plazo.
Marcos Rosas es Jefe de la Oficina de El Ambientalista Post en México. Cubre eventos de Política. Coordina trabajos periodísticos de América Latina y el Caribe, ver más de Marcos Rosas. Gloria Sandoval Navarro es la Jefa de la Mesa de Redacción, revisa y supervisa los artículos publicados. Atiende la dirección de derechos de replica. Colabora y trabaja en reportajes, ver más de Gloria Sandoval Navarro. El Ambientalista Post Verficia es muestra Oficina de Validación y verificación de información en tendencia en medios digitales, ver más de El Ambientalista Post Verficia.
Descubre más desde El Ambientalista Post
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.