El viernes 5 de julio, el volcán Etna provocó el cierre temporal del aeropuerto de Catania debido a que una gruesa capa de ceniza cubrió las pistas. Sin embargo, este no es el único problema natural que enfrenta la región.
Además del Etna, las autoridades italianas también monitorean de cerca el volcán Estromboli, ya que ambos se han activado simultáneamente. La actividad de estos volcanes ha generado gran preocupación entre las autoridades y millones de personas.
El fenómeno natural que preocupa a Europa
La preocupación por el volcán Etna no es infundada. Es el volcán activo más alto de Europa continental, y su fase eruptiva se ha intensificado en los últimos días. Este volcán tiene cuatro cráteres, y uno de ellos, el Vorágine, ha producido una columna de lava de 4.500 metros de altura. Este impresionante pero peligroso fenómeno natural está siendo monitoreado las 24 horas del día.
A pesar de ser uno de los volcanes más activos del mundo, con erupciones promedio cada dos años en las últimas cuatro décadas, el Etna sigue causando preocupación. En Catania, Italia, se prohibió la circulación de bicicletas y motos, y los automóviles solo podían viajar a un máximo de 30 kilómetros por hora. Además, se llevaron a cabo operativos para recoger la arena volcánica, permitiendo a la población experimentar la fuerza de este fenómeno natural.
El otro fenómeno natural que preocupa a Europa
El volcán Etna no es el único que está causando alarma en Europa. El volcán Estromboli, también en Italia, ha mostrado actividad eruptiva, lo que ha llevado a la implementación de medidas de prevención, seguimiento y protección para evitar problemas graves.
Estos dos fenómenos naturales, aunque relativamente comunes, mantienen en vilo a los científicos en Europa. Existe el riesgo de que su actividad pueda convertirse en un problema serio que afecte a millones de personas.
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