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A menudo se critica a la tecnología como una causa de contaminación, pero hay iniciativas que demuestran su potencial para preservar el medio ambiente.
El proyecto Ulysses Data For Science es un ejemplo destacado de ello. Para abordar el problema de la basura marina, se desplegarán 1000 boyas equipadas con rastreadores GPS, sensores de vanguardia y videocámaras para rastrear el movimiento de los desechos y facilitar su remoción.
El concepto de ‘mapas de deriva’ surgirá a partir de los datos recopilados por estas boyas tecnológicas, revelando la trayectoria de la basura flotante en el mar.
Esta iniciativa, que surgió en 2020 a través de una colaboración entre la Fundación Data For Science, el gobierno vasco y expertos del Centro de Investigación Marina y Alimentaria, tiene como objetivo principal mejorar la salud del litoral vasco y proporcionar una base científica para acciones efectivas en la protección de los océanos. La instalación de los 1000 dispositivos se llevará a cabo en el Golfo de Bizkaia y tramos de los ríos Nervion, Deba y Zadorra.
Además, se utilizarán embarcaciones equipadas para ayudar en el registro de residuos. Este esfuerzo se prolongará durante los próximos 3 años, con el fin de limpiar el mar y preservar los ecosistemas marinos, centrándose principalmente en la recolección de plásticos.
La magnitud del problema es evidente: se estima que cada año se vierten alrededor de 500,000 toneladas de plástico en los océanos, equivalente a unos 84,000 camiones de basura cargados. Incluso se han formado islas de plástico, como la del Pacífico, compuesta por 1.8 billones de trozos de plástico flotante.
Por lo tanto, el proyecto Ulysses tiene como objetivo identificar los puntos críticos de acumulación de estos residuos y, finalmente, encargarse de su recolección y limpieza.
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