La escasez de agua que enfrenta el Estado de México fue calificada por el diputado Isaac Montoya Márquez como una “herencia maldita” de las administraciones previas del PRIAN. Durante un encuentro en Naucalpan el 25 de febrero de 2024, Montoya destacó la falta de planificación y la gestión inmediatista de estos gobiernos. Atribuyó la falta de anticipación a la explosión demográfica y el aumento de la demanda de recursos hídricos.
Según el diputado de Morena, el crecimiento poblacional en el Estado de México, que pasó de 3.8 millones de habitantes en 1970 a más de 18 millones actualmente, exacerbó la situación. Este aumento, combinado con la autorización de desarrollos habitacionales en áreas no aptas y la deforestación, llevó a una situación crítica respecto al suministro de agua en el Edomex.
Montoya señaló que el Sistema Cutzamala, principal fuente del líquido vital para la región, ya no puede satisfacer las necesidades hídricas como en el pasado, una realidad de la que eran conscientes los gobiernos del PRIAN. Sin embargo, no se tomaron medidas adecuadas para mitigar esta crisis. Esto confronta con las declaraciones de hace menos de un año de funcionarios de la Ciudad de México, quienes afirmaban que habían disminuido en un 80% las quejas por falta de agua en la CDMX.
A pesar de este panorama, el diputado resaltó las acciones emprendidas por la actual administración de la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, quien impulsa estrategias para enfrentar la crisis hídrica. Entre estas acciones se encuentra la sustitución de redes hidráulicas obsoletas, algunas con más de 50 años de antigüedad y hechas de materiales perjudiciales como el asbesto.
El diputado también criticó la actitud de algunos alcaldes que, en su opinión, evaden responsabilidades y destinan un porcentaje mínimo de sus presupuestos a infraestructura hídrica, esperando que el gobierno federal asuma toda la carga. Esta crisis se ve agravada por una sequía global que impacta no solo al Estado de México, sino a muchas otras regiones.
Así, la situación hídrica del Estado de México es presentada como un complejo legado de negligencia y falta de previsión, refiere el diputado morenista. Además, agrega, la gobernadora Delfina Gómez está tomando medidas decisivas para mitigar el impacto y asegurar el acceso al agua para sus habitantes.
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