La Comisión Nacional del Agua (Conagua) identificó una circulación anticiclónica como el principal causante de la reciente ola de calor en México. Este fenómeno, característico por su influencia en niveles medios de la atmósfera, trae consigo temperaturas elevadas y reduce significativamente las probabilidades de lluvia en gran parte del territorio nacional. Esto afecta la Ciudad de México y el Estado de México.
En el norte y noroeste del país, una línea seca generará vientos fuertes, alcanzando rachas de entre 40 y 60 kilómetros por hora. Esta situación meteorológica podría provocar tolvaneras en estados como Nuevo León y Tamaulipas, evidenciando la diversidad de efectos climáticos que pueden coexistir en México debido a este fenómeno.
Varios estados experimentarán temperaturas máximas que oscilarán entre los 35 y 40 grados Celsius durante el fin de semana. Entre estos se encuentran Sonora, Sinaloa, Nayarit, y otros ubicados principalmente en el oeste y sur del país. Esta tendencia hacia el calor intenso subraya la influencia extendida del anticiclón en el clima regional.
Adicionalmente, se prevén temperaturas de entre 30 y 35 grados en áreas como Baja California Sur y Chihuahua. A pesar de estas condiciones predominantemente secas y calurosas, se esperan lluvias aisladas en estados del sureste como Veracruz y Oaxaca, demostrando la variabilidad climática de México.
Aunque el invierno aún no se despide por completo, el frente frío número 37 se desplazará sobre el oriente y sureste del país, aportando un respiro a las altas temperaturas en algunas regiones. Este contraste climático refleja la complejidad de los sistemas meteorológicos que afectan a México.
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