Un equipo dirigido por la Universidad de Houston busca desarrollar una plataforma basada en inteligencia artificial (IA) para optimizar un ecosistema de donación de alimentos mediante el análisis de datos. El objetivo es mejorar la comunicación entre almacenes de alimentos, los donantes y agencias alimentarias.
El motivo es que uno de cada ocho texanos padecen precariedad alimentaria, es decir, 1.4 millones de hogares en Texas, según Feeding America. Adicionalmente, Texas está entre los primeros nueve estados norteamericanos con mayores índices de inseguridad alimentaria, de acuerdo con el Departamento de Agricultura estadounidense.
La plataforma con inteligencia artificial integrada identificará las necesidades nutricionales, las preferencias culturales y las herramientas y suministros necesarios para la preparación de comida en hogares en situación de precariedad alimentaria. Además, proporcionará comidas culturalmente conscientes y personalizadas para los usuarios.
Respecto a la oferta de alimentos, la inteligencia artificial ayudaría a organizar la logística, mejorar la comunicación y coordinar esfuerzos entre los actores del sistema de caridad de alimentos. Adicionalmente, la plataforma utilizará servicios de entrega de comida, como DoorDash, para transferir la comida y recompensar a los donantes.
De acuerdo al comunicado de la Universidad de Houston, el equipo garantizará que la inteligencia artificial sea justa, segura, transparente y accesible para todas las partes. Este proyecto se desarrollará mediante una subvención de 750 mil dólares de la Fundación Nacional de Ciencias (FNC). Este es uno de dieciséis proyectos financiados a través del programa Acelerador de Convergencia, enfocado en promover prácticas agrícolas regenerativas y brindar opciones de alimentos nutritivos, equitativos y asequibles.
La inseguridad alimentaria, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, acarrea problemas de salud a quienes la padecen, según investigaciones científicas recientes. Por ejemplo, se ha descubierto un vínculo entre la inestabilidad alimentaria en adultos mayores y un deterioro cognitivo más rápido. También se ha descubierto que las mujeres con inseguridad alimentaria tienen un riesgo mayor de desarrollar adicción a la comida altamente procesada, la cual tiene sus propios efectos negativos para la salud.
Desde 2014, el mundo experimenta un aumento de la inseguridad alimentaria, particularmente en 2020, con la pandemia de Covid-19. Por esto, son indispensables desarrollos como el de implementar inteligencia artificial para optimizar la cadena de donación de comida. De esta forma, se puede trabajar para garantizar el acceso a la salud y a la sana alimentación de más personas en el mundo.
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