De acuerdo con el estudio de Sonoridad, ¿Y dónde están las músicas?, en el cual se recopiló información de 39 festivales realizados en México a lo largo de 2022, el 74.4 por ciento de los actos son interpretados por hombres; el 19.4% son actos integrados por solistas o grupos formados únicamente por mujeres. Así pues, únicamente el 5.9% son actos mixtos con mujeres al frente de ellos, de mil 186 en total.
El punto de partida del informe es que la disparidad de género dentro de la industria de la música hoy en día está muy establecida. Con ello, se evaluaron únicamente los festivales mexicanos más populares en géneros como el rock y estilos derivados, indie, pop y metal, electrónica y estilos derivados. Al dividir los festivales en regiones, no solo se comprobaron que estos eventos se concentran en 11 estados en las regiones Centro, Bajío y Norte donde la representación de la mujer crece.
Por ende, en el centro se realizan la mayoría de los festivales mexicanos masivos; y en el bajío es donde se ubicó una menor representación femenina. En el sur se localizaron eventos, pero debido a su exclusividad en la Riviera Maya y al no ser accesibles para todo el público, no fueron contemplados.
La lista de festivales con más representación queda de la siguiente manera, con los primeros cinco puestos:
- Asiste o Muere
- Carnaval de Bahidorá
- Ceremonia
- Tecate Emblema
- Vaivén
Los que tiene menos representación son:
- Festival City Querétaro
- Festival Catharsis
- Candelabrum
- Borderland
- México Metal Fest
También del estudio se visualizaron dos tendencias, el porcentaje de la representación de la mujer está muy relacionado con la cantidad de actos. Es decir, a menor representación más actos mixtos y a mayor representación más actos solistas e integrados.
Finalmente, Sonoridad señaló que lo que pasa en los festivales mexicanos o en cualquier otro es un reflejo de lo ocurrido detrás e incluso cómo será la experiencia del público. Es probable que si no existe la representación de la mujer en los escenarios desde estos se incite a la agresión. Con ello, su ausencia también garantiza que no se contemplen protocolos de seguridad y dichas acciones sean próximas a casos de acoso y abuso sexual.
NotiPress/Samara Mejía
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