Las opiniones que pueden leerse al respecto por parte del público en general son bastante heterogéneas, y van desde quienes mantienen una postura neutral -al no interesarse particularmente por el tema-, quienes rechazan rotundamente el proyecto, dado su impacto negativo en el medioambiente; quienes aplauden la iniciativa, resaltando el presunto avance económico que ofrecerá a la población circundante, y, por supuesto, aquellas que acusan de proselitismo a sus detractores, señalándolos como falsos ambientalistas, defensores de intereses derechistas y, sobre todo, como individuos totalmente ajenos de las verdaderas necesidades de los pueblos originarios.
Dada la complejidad de la situación y la variedad de factores que pueden dirigir el debate, en Noticias Ambientales hemos decidido aportar nuestro grano de arena dando difusión a las voces de quienes se ven afectados directamente por esta problemática, y viven sus consecuencias dentro de su cotidianidad. Para ello, hemos contactado con Pedro Uc Be, un destacado miembro de la comunidad maya de Buctzotz, trayectoria laboral trabajando activamente por la difusión de literatura en su lengua originaria, por la valoración de sus costumbres y quien, además, lleva ya más de cuatro años formando parte de la lucha por la conservación del territorio y la justicia ambiental.
El presente texto es la transcripción de una entrevista realizada al el activista Pedro Uc Be, perteneciente a la comunidad maya de Buctzotz, Yucatán. Algunas frases fueron modificadas para darle mayor claridad a la redacción.
1. Háblenos un poco de usted ¿cuál es su nombre, en dónde radica y a qué se dedica?
Mi nombre es Pedro Uc y soy de Buctzotz, Yucatán. Soy indígena maya y soy integrante de la asamblea de defensores del territorio maya llamada Múuch’ Xíinbal. Nosotros hemos estado trabajando con diferentes comunidades en el cuidado y protección de nuestro territorio, y creemos que este trabajo es fundamental para conservar la vida de los pueblos indígenas, su lengua y sus costumbres. Aquí, en la península de Yucatán, hoy enfrentamos (especialmente los mayas) una invasión frente a los llamados megaproyectos.
2. ¿Puede hablarnos brevemente sobre el proyecto conocido como “tren maya” y por qué es perjudicial para la comunidad maya?
El primer abuso, el primer atraco, es que se le llame “maya” a ese tren. Ese tren ha venido a arrebatarnos la tierra, a terminar de burlarse de nuestra dignidad, sembrar una especie de división entre nosotros y a generar mayor pobreza; todo ello a través de una especie de propaganda política, la cual ofrece a los pueblos la posibilidad de tener mejores servicios en su comunidad y en su hogar; servicios de salud, de educación, de empleo, de vivienda, de caminos, de agua. Sin embargo, a más de dos años que se empezó la construcción de este tren (en contra de la voluntad de muchos pueblos originarios e individuos, tanto mujeres como hombres y niños) no hemos visto ninguna mejoría, ninguna forma de progreso, ninguna situación de necesidades resueltas. A día de hoy los pueblos originarios seguimos en la misma situación, con la agravante de que muchas comunidades han perdido su tierra, porque se las ha arrebatado el tren a cambio de algunos pesos.
Se nos amenaza, se nos persigue, se nos arrebata el territorio. Este proyecto, pensado por las empresas y la política neoliberal (aunque lo niegue el presidente), nos parece que es un proyecto que viene a acabar con nosotros como pueblo, así es como lo sentimos; creemos que es un problema que en su trasfondo está relacionado con nuestra cultura.
A nosotros no nos sirve ni nos beneficia tener un tren, así que cuando se dice que “el tren se hace para el beneficio de los pueblos”, es una mentida flagrante; es una manipulación. En ese sentido nosotros rechazamos y repudiamos, no solo uno de los tramos, sino que exigimos la cancelación total del tren.
Algunos dicen que no debemos asumir esta actitud, porque el tren de por sí se va a hacer. Nosotros lo que respondemos es que, si se va a hacer, que no sea en nuestro nombre, que sea reconocido como una violencia histórica sobre los pueblos originarios. Que se quede como marca del agravio que generó este gobierno contra nuestros pueblos.
3. ¿Cómo fue que usted comenzó a involucrarse con la lucha por el territorio?
Mi experiencia como parte de esta lucha por el territorio tiene que ver con el contexto en el que aparezco en este mundo; yo soy hijo de campesinos (que son mayas monolingües), quienes trabajan la tierra haciendo milpa. Crecimos en un rancho, aquí en Buctzotz, y toda nuestra vida ha estado ligada a la tierra.
Para mí esto es ser afortunado, porque tuve la oportunidad de sentir en mi propia piel y en mi propio corazón el alma de las flores, la fuerza de las hojas, el canto de los pájaros, la vitalidad de la tierra, la generosidad de la lluvia. Todo esto te marca en la vida, y en mi caso, me permite arrancar cariño y estima hacia la tierra que me da de comer y que me ha generado esta vida. Esta es la razón por la que le tengo gran cariño a mi tierra.
Cuando me preguntan sobre el por qué estoy luchando o cómo es que empecé a luchar por ella, pues es como que le pregunten a uno por qué defiende a su madre. Pues es su madre, no tiene otra opción. En ese sentido, empiezo mi lucha porque en mi corazón está corriendo la memoria de la tierra, la memoria de mis abuelos, el alma del maíz, el espíritu del maíz y la vida de mi comunidad. Esta es la razón por la que decido mantener mi lucha, junto a todos los mayas conscientes de esta situación y de quienes somos. Por eso sostenemos nuestras creencias que, como pueblo maya, son únicas en el mundo y representan una forma de entender el universo.
4. ¿Qué acciones está llevando a cabo usted junto a su comunidad para luchar en contra del despojo territorial?
Diferentes estrategias. La primera es convocarnos como comunidades; a día de hoy somos varias las que conformamos la asamblea Múuch’ Xíinbal, y esta ha diseñado su camino en diferentes sentidos; nos parece importante luchar en más de una dirección, mirar las diferentes veredas y cruceros que se necesitan para esta lucha. En ese sentido, una primera cosa que hicimos fue convocarnos, y lo seguimos haciendo hasta ahora, es una actividad permanente entre los pueblos indígenas: juntar nuestra palabra, conocer la situación de dolor que vive cada pueblo frente a estas nuevas invasiones, muchas de las cuales recientemente están llegando.
La invasión que empezó hace más de 500 años no ha parado, solamente han cambiado de piel, se han modernizado y cambiado de nombre. Pero siguen siendo invasiones. Entonces, nosotros diseñamos esta estrategia basada en convocarnos, para poner en común nuestra palabra, nuestra situación de dolor y, a partir de esto, buscar alternativas.
Otra alternativa que tenemos es la de buscar aliados a nuestra causa, que no sean indígenas pero que compartan nuestra visión, nuestra necesidad. Hemos logrado tener la amistad de algunos académicos y personas que entienden la importancia de cuidar el medio ambiente, a partir de esto que llaman el cambio climático. Asimismo, diseñamos una estrategia mediática para dar a conocer toda la situación que nosotros vivimos, para la cual usamos las redes sociales en todas sus formas y modalidades, difundiendo esta situación que vivimos. Creemos que es importante que la gente pueda saber una versión distinta a la que se desparrama todos los días en la mañanera, Nosotros creemos que hay la posibilidad de que la gente pueda sopesar y valorar lo que nosotros decimosTambién decidimos llevar a cabo una visita de comunidad en comunidad, para que podamos leer con los habitantes algunos textos, llevándoles la información que necesitan saber o que desean saber, leyendo literatura tal como poesía, narrativas, aquello que llaman cuentos. Y así es como es posible que la gente fortalezca su identidad. Igualmente, realizamos unos talleres cada mes o mes y medio con jóvenes de diferentes comunidades, para prepararnos y así tener suficientes elementos y argumentos para luchar contra este megaproyecto y otros de esta misma naturaleza.
Ya hemos emprendido la lucha jurídica; tenemos varios amparos en contra de este tren y otros megaproyectos. Pero estamos lamentando mucho como este presidente ha pisoteado los amparos, las resoluciones de los jueces, nada ha sido respetado.
Finalmente, estamos produciendo una especie de “podcast” al que llamamos La no-radio Múuch’ Xíinbal, que sale al aire todos los lunes a las 7:00 p.m., y en donde hablamos un poco de nuestra problemática, compartiendo algunas otras opiniones, así como un poco de literatura en este, tanto en lengua maya como en español.
5. ¿Qué acciones considera que podrían llevar a cabo individuos externos a su comunidad para apoyarlos?
Las acciones que pueden llevar algunos individuos externos a nuestra comunidad incluyen el conocernos, el no venir llenos de prejuicios a decirnos lo que tenemos que hacer. Muchas veces la gente que llega a nuestras comunidades, ya sea como individuos u ONG ´s, nos vienen a dictar la agenda de lo que supuestamente tenemos que seguir. Creo que nosotros sí necesitamos de repente escuchar lo que otros dicen, pero no es nuestra primera necesidad. Lo primero que es importante es que tengan la humildad de escucharnos, de entender cuáles son nuestras razones, cómo es nuestra cultura, y que puedan hablar nuestra lengua.
La mayoría de los que dicen ser acompañantes de nuestras comunidades no saben hablar lengua maya. Sin embargo, saben mucho sobre la lengua maya, e informan al gobierno y a las empresas sobre cómo vivimos, permitiendo a nuestros adversarios planear una estrategia de conquista, con base a las oportunidades y ventajas que tienen.
También es importante que la gente que llega pueda difundir lo que nosotros pensamos y decimos. Y que, con base al conocimiento que tienen sobre el modo <<occidental>> de la llamada “justicia” puedan apoyarnos en ese sentido, con respeto, sin que ellos tomen las decisiones que corresponden a las comunidades. Me parece que es importante que la gente de afuera, que quiera realmente ayudar, no perjudique, sino que pueda ser humilde para oírnos, escucharnos y no dictarnos lo que tenemos que hacer.
Hay gente de buen corazón, pero también hay infiltrados, y justamente por eso menciono esta situación; hay gente infiltrada tanto de las empresas como del mismo gobierno, que vienen a darnos un discurso muy milagroso, favorable y comprometido. Pero finalmente es gente infiltrada, que solo viene a saber y a conocer qué es lo que hacemos para que ellos puedan contraatacar. Esta es la triste situación que tenemos, y por eso le pedimos a las personas externas que lleguen con humildad, que busquen escucharnos, que estén abiertas al diálogo y no para dictarnos cuál debería ser la agenda de nuestra lucha. Todo este tipo de acompañamiento escucha y diálogo lo agradecemos profundamente, ya sea de parte de compatriotas o extranjeros, esto es lo que pedimos al respecto.
6. ¿Considera usted que hay una correcta representación de las comunidades indígenas al momento de expresar públicamente sus necesidades?
El tema de las representaciones no es un tema muy nuestro como indígenas. Nosotros acostumbramos a tomar decisiones por asamblea, eso de las “representaciones” me parece que es un invento de los partidos políticos, porque les conviene. Nosotros vemos como los diputados y senadores se arrogan el título de “representantes”, y me parece que no representa más que sus propios intereses y no a los pueblos. Entonces, cuando hablan de que si estamos bien representados los indígenas…nosotros no elegimos representantes, nosotros acostumbramos tomar decisiones en la asamblea, y que esa asamblea sea la voz única que pueda manifestar el rumbo de su vida, su lucha, su supervivencia o cualquier otra cuestión que le atañe al pueblo, pues nosotros pensamos que todas esas personas que se arrogan el discurso de “representarnos” mienten, están usando políticamente nuestro nombre.
Hemos visto en los procesos electorales cómo muchas personas que no hablan maya, que no están vinculadas a los pueblos, el día de hoy son diputados en el nombre de la fracción que les corresponde a los pueblos indígenas. Resulta que hasta resultaron ser indígenas, después de habernos perseguido y perjudicado.
Nosotros no tenemos representantes en ese sentido, nosotros pensamos que la voz que se tiene que correr es la voz de la comunidad, cualquier otra es ilegitima, pues las comunidades no han elegido a sus representantes. Eso debe quedar muy claro.
7. ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la sociedad mexicana respecto al impulso de megaproyectos y el despojo por parte de autoridades nacionales?
El mensaje que me gustaría dejarle al público en general, a los mexicanos y a todas las personas que nos pueden escuchar, es que los pueblos mayas estamos vivos, no somos necesariamente los que están en los museos. Claro, ahí están algunas obras de arte de nuestros antepasados, pero nosotros seguimos vivos; no estamos en el gran museo del mundo maya (aunque haya de repente mayas que trabajan allá) pero no estamos ahí, no estamos en las zonas arqueológicas pintados o dibujados.
Nosotros estamos aquí, en carne y hueso, nosotros estamos cuidando nuestra tierra, seguimos cultivando el maíz, haciendo nuestras asambleas, seguimos viendo y sintiendo el ánimo del medio ambiente, de la lluvia, del agua, de la tierra, de los animales. Seguimos pensando y creyendo en nuestros primeros padres creadores. Estamos aquí todavía, y lo que estamos diciendo es que queremos que respeten nuestro territorio, y que no sea invadido, ni por un tren ni por otros megaproyectos.
Queremos decir que el presidente miente, este gobierno miente cuando dice que su tren va a favorecer a los pueblos originarios. Basta con mirar que a dos años de que se empezó el proyecto, los daños que se han generado han venido sobre nosotros. Y los beneficios que se han generado han ido hacia las empresas. Eso no es una especulación, ahí están los resultados. Los mayas no estamos luchando por ningún partido político, nosotros estamos luchando porque nos permitan conservar nuestro espacio de vida, nuestra forma de vida, de organizarnos y de vivir nuestra vida, porque no usen nuestras necesidades con fines políticos; para que el gobierno pueda recoger los votos.
Ya hemos visto que a este gobierno lo que le interesa es hacer campañas políticas… a nosotros no nos interesa eso, a nosotros nos interesa que se entienda la forma de vida que tenemos, y que queremos conservar. Eso no significa que estemos en contra del “progreso” o del “desarrollo” en el sentido positivo de la palabra. Pero queremos nosotros diseñar nuestro propio “progreso”, nuestro propio desarrollo. Que no nos vengan a imponer un desarrollo que no tiene apellido, porque esta imposición es de un desarrollo de muerte, ese apellido no nos lo dicen. Nosotros queremos un desarrollo de la vida, no de la muerte.
Para terminar, me gustaría comentar la importancia que debe prevalecer sobre la identidad de los pueblos. Invito a la gente a que nos escuchen, pero también invito a la gente a que pueda discernir quiénes somos los mayas que luchamos por nuestro territorio. Esto lo digo porque hay muchos grupos espurios, hay muchos grupos que se han dedicado al folklore, y que les gusta aplaudir al poder, porque el poder los ha creado para eso.
Nosotros no somos nada de eso, no somos quienes vendemos nuestros ritos a las empresas, no somos los que hacemos ritos en los parques temáticos como Xcaret para hacer dinero. Nosotros estamos en las comunidades, vivimos en las comunidades y hacemos nuestra vida cultural, lingüística y productiva en las comunidades. Es importante que no nos confundan con los grupos folklóricos, o con los llamados “gobernadores indígenas”, nosotros no somos esos. Las estructuras occidentales, me parece que son respetables, pero no son las que nosotros tenemos. Nosotros mantenemos una lucha por nuestro territorio y la realizamos acordando dentro de nuestras asambleas. Eso es, creo, lo más importante, y ojalá que esto pueda conocerse, saberse. Nosotros estamos dispuestos a seguir compartiendo nuestra visión y forma de lucha, para que la gente pueda distinguir y conocer cuales son nuestros pasos y veredas, de modo que la gente pueda identificar quienes somos los mayas y por qué estamos vinculados a nuestro territorio.
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El megaproyecto conocido como Tren Maya, ha sido presentado al público como una oportunidad de “progreso” y “oportunidades de crecimiento”: Entrevista a Pedro Uc por Zazil López se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en el-ambientalista.com.
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